Coronilla de la Divina Misericordia

La oración.

Se utiliza la misma camándula del Rosario de la Virgen. Se comienza rezando 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, 1 Credo. Luego se rezan decenas como indica la figura. Se termina repitiendo 3 veces la jaculatoria final.

Origen.

En 1931 se aparece Jesús a una monja polaca, Faustina Kowalska. Le dijo que diera a las personas el mensaje de que la Misericordia de Dios podía perdonar TODOS los pecados si la persona se arrepentía. Pidió que pintara un cuadro con la visión que tenía, con la frase «Jesús en Ti confío».

El mismo Jesús también le enseñó la Coronilla de la Misericordia, y le dio las siguientes promesas:

  • Por la veneración de la imagen, el alma que la venera no perecerá;
  • Por la veneración de la imagen, el alma será defendida como gloria de Cristo;
  • Por la veneración de la imagen, el alma tendrá un recipiente con que puede ir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias;
  • Por la veneración de la imagen, al alma que viva a la sombra de ellos [de los rayos de la Misericordia] no le alcanzará la justa mano de Dios;
  • Por la Hora de la Divina Misericordia (D. 1320), nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Su Pasión;
  • Por la propagación de la Divina Misericordia durante toda su vida, el alma será protegida por Cristo como una madre cariñosa protege a su niño recién nacido, y a la hora de la muerte, no será para ella Justo Juez, sino Salvador Misericordioso;
  • Por acercarse a la Fuente de la Vida (Cristo) el día de la Fiesta de la Divina Misericordia, el alma recibirá el perdón total de las culpas y de las penas;
  • Por la Novena, las almas que sean presentadas a Cristo (las mencionadas en la novena) van a sacar fuerzas, alivio, y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida, especialmente en la hora de la muerte;
  • Por la Coronilla de la Divina Misericordia, serán envueltas por Su Misericordia en la vida y especialmente a la hora de la muerte;
  • Por la Coronilla de la Divina Misericordia, Cristo se complace en dar todo lo que Le pidan;
  • Por la Coronilla de la Divina Misericordia, a los pecadores empedernidos (cuando la recen), Cristo colmará sus almas de paz y la hora de su muerte serán felices;
  • Con almas que recurran a Su Misericordia y con las que la glorifican y la proclaman, en la hora de la muerte, Cristo se comportará según Su infinita misericordia.